Gemma Traductora estrena logotip i ella mateixa ho explica

4 juliol 2016 | Un dels logotips dissenyats aquest 2016 ha estat el de Gemma Traductora. Gemma és traductora professional que portava dos anys d’autònoma i va veure necessari acudir a encarregar-me el disseny del seu logotip. En aquest cas la clienta molt satisfeta del seu nou logotip ha escrit un article al seu propi blog parlant d’aquest canvi d’imatge i de la necessitat d’invertir en professionalitat.

Aquí us deixo les seves pròpies paraules:

“Gemmatraductora no tenía un logo que pudiera enseñar con orgullo, con el que firmar mis correos, incluir en mis facturas y en mis tarjetas de presentación y creí que ya era hora de subsanarlo. Así que me puse a buscar diseñadores gráficos  y encontré a Judith Antolín, quien me ha diseñado un logo que me parece a la vez funcional, elegante y que creo que casa muy bien con mi estilo.

La T y la G representan las teclas de una antigua máquina de escribir. Además, la diseñadora jugó con el hecho de que, en los teclados y las antiguas máquinas de escribir, ambas letras están en la posición exacta de mi logo, una encima de la otra y ligeramente en diagonal, y las unió con las flechas que a la vez representan los sentidos de la traducción de una lengua a otra y el hecho de que la T está arriba de la G y no al revés. (…)

En resumen, me doy cuenta de que un negocio propio implica mucho trabajo continuo y mucho cariño. No puedes abandonar tu proyecto a medias y dejar la misma web con la que empezaste, que estaba bien en ese momento, pero que no casa con tu idea de negocio o con tus aspiraciones futuras. No puedes seguir con el mismo logo cutre que tú misma hiciste con Pixlr porque no demuestra profesionalidad, sino más bien al contrario.

Al invertir en un negocio propio, inviertes en ti mismo, porque las oportunidades que traerá consigo siempre serán mejores si tu imagen (y evidentemente, tu calidad como profesional) son mejores. Y además, al igual que no confiaría en Google Translate para mis traducciones, no me fío de una traductora (en este caso, una servidora) para realizar una página web y un logo, como tampoco me fiaría de un cocinero para arreglar las tuberías. Cada uno lo suyo. No por nada nos dedicamos a lo que se nos da bien.”

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